En caso de que los padres o tutores legales no puedan, por razones varias, retirar a un menor de edad de una institución pública o privada, será necesario presentar una autorización previa que permita a un tercero retirar al menor a una hora pautada.
Por tanto, esta autorización implica responsabilidad y transparencia por parte de los representantes legales, ya que por medio de la misma autorizamos al tercero a actuar en nuestro nombre, confiándole el bienestar del representado en cuestión.
Así pues, es importante detallar adecuadamente los datos, actos y procedimientos y límites que establecemos a través de dicha autorización.
Autorizaciones como sentido de la responsabilidad
Mediante las autorizaciones reconocemos la facultad de una persona para realizar una determinada acción o labor. Permitiendo al sujeto actuar en situaciones que, en otras circunstancias, estarían limitadas.
Por su poder, las autorizaciones rigen en todos los ámbitos laborales y profesionales donde existen relaciones jerárquicas y niveles de poder que depende de permisos y acuerdos legales para posteriormente, proceder con la toma de decisiones y acciones pertinentes.
Son muchos los modelos de autorización que podemos encontrar. Sin embargo, todos y cada uno de ellos requieren una serie de datos imprescindibles. Por lo que las autorizaciones para recoger a un menor de edad no son la excepción.
Datos a documentar en una autorización
Para que un modelo de autorización sea válido, este debe incluir información personal de los involucrados: representantes legales, menor y tercero autorizado.
Esos datos de carácter relevante son:
- Nombre completo.
- Número de documento de identidad.
- Dirección y número de teléfono.
- Objeto de dicha autorización.
De esta manera, después de la palabra “otorgo”, se introducen los datos completos de la persona que concede el poder. Y a partir de allí, detallar los datos del tercer más la acción que realizará mediante la presente carta de autorización.
Dicha autorización no limita ni quita el derecho de quien otorga a tomar decisiones futuras. Asimismo, este poder pierde validez cuando el representante legal del menor fallece o revoca dicho documento.
Con esto en mente, es importante redactar con coherencia para que la acción a realizar se lleve a cabo sin complicaciones ni riesgos de ningún tipo.
De allí la importancia de la autorización para recoger a un menor de edad como documento genérico que consiente el permiso a un adulto responsable en representación de los padres de familia o tutores. Siempre en interés de seguridad y beneficio de la persona menor de edad.
Mediante este poder, haciendo previamente un aviso al colegio nos aseguramos de que alguien conocido pueda ir a recoger a nuestro progenitor.
Para tenrlo solamente haz click en la imagen de abajo y lo tendrás al segundo, es editable y gratuito.